En medio de los árboles, oponentes tan decididos como siempre. En París, los diputados que investigarán el asunto durante varios meses… Desde hace varios días, la construcción de la A69, una autopista de 53 kilómetros entre Toulouse y Castres, centra todas las miradas. En el terreno, la tensión no disminuye. Martes 27 de febrero “ardillas”, estos manifestantes firmemente opuestos al proyecto, todavía estaban encaramados en cabañas construidas con robles y plátanos del Crém’Arbre, nombre de la zona a defender (ZAD) situada en la localidad de Saïx (Tarn).
Vaciado de gran parte de sus ocupantes por la policía para que la concesionaria Atosca retomara la deforestación, este lugar, rodeado de gendarmes y CRS, se ha convertido en un punto neurálgico de enfrentamiento cara a cara. “Les brindamos nuestro apoyo leyendo poemas y tocando el tambor. Es mejor que llorar”, testificó Paloma, instalada en un refugio improvisado construido apresuradamente frente al pequeño bosque. Al final de la mañana, seis gendarmes de Cnamo, la unidad nacional de apoyo a la movilidad, intentaron una vez más derribar a los activistas.
Unas horas más tarde, a cientos de kilómetros de distancia, la comisión de investigación “sobre las disposiciones jurídicas y financieras del proyecto de la autopista A69” Inició su labor en la Asamblea Nacional. “La opción del gobierno será finalmente transformar la carretera en concesión y la región acabará validándola en 2014, creyendo que corresponde al Estado asumir la responsabilidad”recordó Martin Malvy, presidente de la región Midi-Pyrénées de 1998 a 2015.
En este primer día de audiencias dedicadas a la génesis del proyecto, antiguos dirigentes políticos y administrativos, como el ex prefecto de Tarn, François Philizot, defendieron la A69, la única manera, según ellos, de abrir Castres y la al sur del Tarn. “En aquel momento estábamos muy preocupados por el equilibrio del territorio y por el hecho de que el dinamismo de la metrópolis de Toulouse beneficiaba también a otras ciudades.argumentó Dominique Perben, ministro de Transportes de 2005 a 2007, que había recibido al principal industrial de la zona, Pierre Fabre, creador del grupo homónimo y ferviente defensor de la autopista. Un ministro, en la idea que tengo de él, es alguien que debe discutir con las personas que tienen responsabilidades. El Sr. Fabre apoyó mucho este proyecto. »
El diálogo da vueltas
Aunque los diputados ecologistas interrogaron repetidamente a los primeros oradores sobre la existencia de estudios sobre soluciones alternativas, como duplicar la N126, el diálogo rápidamente dio un giro. “Llegar a tanto exceso y enfado por una decisión tomada hace veinte años… (…) Nuestros tiempos están más allá de mí”-observó el señor Malvy-.
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