Los debates, normalmente expertos y silenciosos, del Comité de Finanzas de la Asamblea Nacional se parecen cada vez más a los intensos y tumultuosos intercambios que tienen lugar en el hemiciclo. El miércoles 6 de marzo, durante dos horas, el Ministro de Economía, Bruno Le Maire, y el Ministro Delegado de Presupuesto, Thomas Cazenave, se enfrentaron a un coro de reproches de los comisarios de finanzas de la Asamblea Nacional, antes de enfrentarse a los del Senado. , durante casi tres horas.
Los dos ministros de Bercy vinieron a presentar su programa de ahorro de 10 mil millones de euros en el presupuesto de 2024, que, a falta de haber sido objeto de un proyecto de ley de finanzas modificador, tomó la forma de un decreto que anula créditos, permitiendo al ejecutivo evitar dificultades escrutinio público en una Asamblea donde ya no tiene mayoría absoluta. Anunciados el 18 de febrero, menos de dos meses después de la adopción del presupuesto de 2024, estos ahorros se justificaron por previsiones de crecimiento inferiores a las esperadas: un 1% en lugar del 1,4% votado en el presupuesto de otoño de 2023. Pero el uso de regulaciones en lugar de la ley para un ahorro de tal magnitud es extremadamente raro, siendo la práctica más bien proceder por decreto a correcciones presupuestarias de unos cientos de millones de euros durante el año.
“Insincero”, “negación de la democracia”, “austeridad”, “conducta cada vez más autoritaria” “presupuesto construido sobre arena”… Furiosas por haber sido privadas de un debate en sesión, las oposiciones no frenaron sus golpes contra los dos ministros de Bercy. Acusándoles de haber retrasado el ajuste de las cifras del presupuesto de 2024, pese a las advertencias de varios organismos internacionales sobre la desaceleración. Participando en sus arbitrajes en recortes presupuestarios. Criticándolos por ser todavía demasiado optimistas para el año 2024. Por poner en peligro el crecimiento con una política de austeridad demasiado estricta, mientras la economía se desacelera. Recortar demasiado, o no lo suficiente, el gasto público y no en los lugares adecuados. No para aumentar los impuestos, no para reducir las lagunas fiscales.
“Presupuestos que no fueron sinceros”
“Muchos de nosotros, los diputados, les advertimos que esta cifra (crecimiento del 1,4% en 2024) no se pudo lograr »Inmediatamente atacó a Eric Coquerel, presidente (La Francia Insumisa, LFI) del comité de finanzas de la Asamblea Nacional, lamentando no haber sido informado de las medidas que “por un pliegue a las 12:28 a. m.” la víspera del consejo de ministros del 21 de febrero. Mismo tono a la derecha: “Presentaste unos presupuestos que no eran sinceros y lo sabías”añadió el diputado del Rally Nacional (RN), Jean-Philippe Tanguy. “Me pregunto si actuaste como aprendiz de brujo o avestruces”. »bromeó la diputada de Les Républicains (LR), Véronique Louwagie.
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