Embiid y Banchero: EE UU pesca en las aguas extranjeras del baloncesto | Baloncesto | Deportes

Embiid y Banchero: EE UU pesca en las aguas extranjeras del baloncesto | Baloncesto | Deportes

El mejor jugador de la NBA nunca ha sido internacional. El pívot Joel Embiid, elegido MVP del pasado curso en la Liga estadounidense, nació hace 29 años en Yaundé, Camerún, obtuvo la nacionalidad francesa en julio de 2022 y dos meses después recibió el pasaporte estadounidense. Con las tres ofertas sobre la mesa, y unos Juegos Olímpicos por delante, la estrella de Philadelphia 76ers había dado pasos firmes para alistarse con la selección europea en París 2024. El combinado galo se frotaba las manos imaginando una pareja interior junto a Victor Wenbanyama en la cita en que será anfitrión, pero después del pasado campeonato del mundo LeBron James hizo sonar la campana de Estados Unidos y comenzó a reclutar aliados para defender el oro olímpico. Además de glorias locales como Stephen Curry y Kevin Durant, dispuestos a un último baile, la federación norteamericana arrancó la firma de Joel Embiid. La torre de 2,13m pasó de ensayar La Marsellesa a cuadrarse con el himno de las barras y estrellas.

“Estoy muy orgulloso y entusiasmado por esta decisión. No ha sido fácil. Estoy agradecido de llamar hogar a Camerún, Francia y Estados Unidos. Después de hablar con mi familia, supe que tenía que jugar con USA Basketball. Quiero honrar a mi hijo, que nació en este país, quiero que sepa que los primeros Juegos Olímpicos los disputé por él”, comentó Embiid, que se mudó a Norteamérica cuando tenía 16 años.

Manda el pívot europeo

El número tres del draft de 2014, elegido por los Sixers, fue convocado por Camerún para el Afrobasket de 2017, pero no participó, castigado por las lesiones. Fue después de los Juegos de Tokio 2021 cuando él mismo llamó a la puerta de Francia. Embiid explicó que tenía un pariente francés lejano y que, aunque nunca había vivido allí, soñaba con ser bleu. Incluso habló con los pesos pesados del equipo, Gobert, Fournier y Batum, y con el director deportivo de la selección, Boris Diaw, para ofrecer sus servicios. Con el ok del vestuario, Embiid logró que la federación moviera sus hilos entre la clase política para acelerar una nacionalización que tuvo luz verde en julio del año pasado, antes del Eurobasket. Aunque de nuevo un problema físico, una operación en una mano, le privó de debutar con Francia. El conjunto francés confiaba en su palabra para enrolarse en el siguiente Mundial o en los Juegos. Hasta que apareció LeBron. El cambio de camiseta es visto hoy como una burla y una humillación en Francia. El ídolo solo es Wembanyama.

Para Estados Unidos no es un fichaje sin más. La selección que dirige Steve Kerr no solo incorpora al actual MVP de la NBA, un portento que cerró la campaña pasada con 33,1 puntos, 10,2 rebotes y 4,2 asistencias de media por noche, y que este curso sobresale como el máximo encestador de la competición con 31,9 puntos de media. El aterrizaje de Embiid cubre una posición que en la NBA dominan los jugadores europeos. Entre los pívots más anotadores esta temporada, el serbio Jokic es segundo tras Embiid con 27,4 puntos por noche, y el turco Sengun, el letón Porzingis, el montenegrino Vucevic, el lituano Valanciunas y los franceses Wenbanyama y Gobert figuran entre los 15 primeros. En el rebote, el número uno es Jokic (13,1 capturas por duelo), seguido del francés Gobert (11,8), y en el top 15 están también Vucevic, Valanciunas, Wenbanyama, Sengun, el suizo Capela, el bosnio Nurkic y el croata Zubac. Nada extraño en una Liga cada vez más internacional que de nuevo bate el récord de jugadores no estadounidenses: 125.

Banchero, con EEUU ante Italia en el pasado Mundial.ROLEX DELA PENA (EFE)

Embiid es una pieza de coleccionista, una estrella que percibirá esta temporada 47 millones de dólares como parte de un contrato creciente que rondará los 60 millones en su última campaña, 2026-27. Su rendimiento se paga a precio de oro y varias franquicias lo tienen en el radar.

Después de dos bofetones en los dos últimos Mundiales (séptimo puesto en 2019 y cuarto en 2023, tras caer ante Lituania, Alemania y Canadá), Estados Unidos quiere ir con todo a los Juegos. Ya no vale el experimento del último campeonato del mundo, cuando Kerr convocó a 12 novatos. Si LeBron llama a filas, todos firmes. Incluido Embiid. Adiós a la idea romántica de Camerún y al plan inicial de Francia.

Estados Unidos ha fichado al MVP de la NBA igual que hace unos meses pescó al mejor novato de la Liga la temporada pasada. Y también en aguas extranjeras. El ala-pívot Paolo Banchero debutó con la selección absoluta estadounidense en el último Mundial después de plantar a última hora a Italia, país al que había dado el “sí, quiero”. Nacido hace 21 años en Seattle, y descendiente de inmigrantes italianos por parte de padre, Paolo Napoleón James Banchero recibió el pasaporte azzurro en 2020, estuvo cerca de vestir de azul en los Juegos de Tokio y fue incluido en la convocatoria previa del Eurobasket de 2022, aunque tampoco lo disputó. Cuando fue elegido el número uno del draft de ese verano por Orlando Magic, posó en su presentación envuelto en la bandera italiana. Pero de camino al altar cambió de novia y abrazó a Estados Unidos, el combinado en que jugó su madre, Rhonda Smith. La federación italiana lo consideró una traición. Como en el caso de Embiid, la mano se la llevó el más poderoso. Donde no llega su inagotable cantera, el Team USA compra algunos de los mejores cromos.

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