¿Unas vacaciones en Marruecos? Para Brahim, es » No «, excepto cuando se trata de ir a ver a su familia. Desde hace varios años, este profesional del cine elige Tarifa en España para satisfacer su pasión: el kitesurf. “Voy allí con mi esposa y mi hijo al menos dos veces al año. » Sumó: con el tren de Casablanca a Tánger, el ferry a España, el apartamento alquilado por una semana, el alquiler del material náutico, las comidas y algunos extras, la estancia le costó una media de 2.000 euros. “Tengo mis planes y planeo con anticipación para obtener los mejores precios. Si fuera a Dajla, me costaría casi el doble”.el explica.
A más de 1.500 kilómetros al sur de Rabat, Dakhla, la ciudad costera del Sáhara Occidental, ofrece impresionantes paisajes de dunas y una inmensa laguna, popular entre los kitesurfistas de todo el mundo. Pero a qué precio ? La próxima primavera, un vuelo de vuelta con dos adultos y un niño desde Casablanca costará 6.000 dírhams (casi 550 euros) y al menos 15.000 dírhams por siete días en un hotel a orillas del agua.
“Antes incluso de comer o coger una tabla ya he gastado más que en España”insiste Brahim, que admite no entender los elevados precios de un destino promocionado por los operadores turísticos, pero del que muy pocos marroquíes pueden beneficiarse.
Al igual que Brahim, varios cientos de miles de ellos viajan a España cada año de vacaciones. Casi 740.000 en 2019, según la embajada de España en Rabat. Con un aumento del 10% respecto a 2018, sus gastos se estimaron en 780 millones de euros. Otros prefieren Portugal o Italia, conectados desde Casablanca por una compañía emiratí de bajo coste.
El boom de las localizaciones alternativas
Ésta es una paradoja del turismo en Marruecos. Viajar de vacaciones localmente puede resultar tan caro, a veces más, que quedarse en el extranjero. Hasta el punto de resultar inasequible para las clases menos favorecidas, que no pueden salir del país y deben resolver el problema del alojamiento. La culpa la tiene una oferta insuficiente e inadecuada, según Mohamed Semlali. “Las familias quieren alojamiento espacioso a un coste menor, entre 400 y 500 dirhams por noche”resume el presidente de la federación nacional de asociaciones de agencias de viajes.
El contraste es realmente sorprendente entre los hábitos de los “Tipo de familia marroquí”que viaja con niños y familiares, y las posibilidades de alojamiento de un mercado donde el precio de una habitación de hotel oscila entre 80 y 150 euros. “Un verdadero inconveniente”, señala el consultor de turismo Zoubir Bouhoute, porque es “imposible encontrar un establecimiento que prefiera una habitación individual para cinco o seis personas”.
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