Cómo influye el sueño en el dolor crónico: nuevas perspectivas para reducir el sufrimiento

https://www.esteveteijin.com/wp-content/uploads/2021/10/pexels-andrea-piacquadio-3771069-scaled-1920x1080.jpg

El dolor crónico es un problema mundial que impacta al alrededor del 20% de los adultos globalmente. Aunque hay progresos en tratamientos médicos y terapias, muchas personas todavía encuentran dificultades para conseguir un alivio eficaz. En este marco, una reciente investigación de la Universidad de Aalborg, en Dinamarca, ha descubierto una conexión llamativa entre la calidad del sueño y la sensibilidad al dolor, particularmente en mujeres. El descubrimiento indica que mejorar el descanso nocturno podría ser una estrategia fundamental para aliviar el dolor crónico, ofreciendo nuevas alternativas para quienes no han encontrado solución con los tratamientos convencionales.

El sueño y su vínculo con el dolor: descubrimientos del estudio

El informe, presentado en el European Journal of Pain, investigó cómo las alteraciones del sueño pueden intensificar la percepción del dolor, un tema poco explorado hasta la fecha. El grupo de investigación convocó a 59 individuos saludables, de edades entre 18 y 45 años, para analizar el impacto de las interrupciones del sueño en la sensibilidad al dolor. A lo largo del estudio, los sujetos pasaron tres noches bajo condiciones controladas, de las cuales dos fueron interrumpidas por breves despertares para llevar a cabo tareas cognitivas. Los hallazgos indicaron que, incluso con leves alteraciones del descanso, los participantes percibieron un incremento en su sensibilidad al dolor.

Una de las observaciones más interesantes del estudio fue la diferencia en los efectos del sueño interrumpido entre hombres y mujeres. Mientras que ambos sexos mostraron un aumento en la sensibilidad al dolor tras las interrupciones, las mujeres presentaron una mayor respuesta en ciertas pruebas de sensibilidad, como la alodinia mecánica, lo que sugiere que el sueño podría tener un impacto más significativo en la percepción del dolor en ellas.

Los científicos señalan que, si bien los resultados son alentadores, se deben considerar cuidadosamente, pues la investigación fue efectuada con jóvenes adultos saludables, lo que restringe la aplicación de las conclusiones a personas con condiciones de dolor persistente u otros grupos poblacionales. No obstante, los descubrimientos enfatizan la relevancia de observar los hábitos de sueño, especialmente en el caso de las mujeres, donde los efectos del sueño podrían ser más pronunciados.

El descanso como componente esencial en el manejo del dolor persistente

Uno de los aspectos más interesantes de este estudio es la implicación de que el sueño podría ser tan relevante como otros tratamientos para el dolor crónico, como medicamentos o fisioterapia. En muchos casos, los tratamientos convencionales para el dolor crónico no superan el 25% de eficacia, lo que obliga a los pacientes a recurrir a medicamentos más fuertes con efectos secundarios significativos. En este contexto, optimizar la calidad del sueño podría ser una alternativa valiosa para mitigar el dolor, especialmente en mujeres que presentan una mayor sensibilidad.

El equipo de investigación de la Universidad de Aalborg planea continuar su trabajo y aplicar sus hallazgos en personas que padecen dolor crónico para ver si los resultados obtenidos en el laboratorio se replican en la vida real. Esto podría marcar el comienzo de una nueva era en el tratamiento del dolor, en la que el descanso adecuado se convierta en una pieza clave de la estrategia terapéutica.

Impacto del mal sueño en el dolor crónico: la perspectiva médica

El doctor Juan Pablo Núñez, médico especializado en dolor crónico y ex presidente de la Asociación Argentina para el Estudio del Dolor, explicó que el sueño cumple un papel esencial en la recuperación cerebral y en múltiples procesos fisiológicos. Las personas que sufren de dolor crónico a menudo experimentan dificultades para dormir, lo que agrava aún más su malestar. Según Núñez, la falta de sueño reparador contribuye a una mayor sensibilidad al dolor y a una sensación de incomodidad generalizada.

«El malestar generado por la falta de sueño en personas con dolor crónico se amplifica, ya que estas personas ya están lidiando con una sensación constante de displacer. El estudio de Dinamarca ha aportado evidencia objetiva sobre la relación entre el descanso y el alivio del dolor, lo que abre nuevas perspectivas para tratar esta condición de manera integral», afirmó Núñez.

El sueño como estrategia para el manejo del dolor crónico

El descubrimiento de que el descanso puede influir directamente en la percepción del dolor persistente representa un progreso significativo en el ámbito médico. Dado que los tratamientos tradicionales frecuentemente no consiguen un alivio total, analizar la calidad del sueño nocturno como parte de un enfoque integral ofrece una opción prometedora para quienes sufren de dolor constante. Aunque aún es necesaria más investigación para entender completamente los mecanismos detrás de esta conexión, el estudio de la Universidad de Aalborg señala un avance hacia tratar el dolor considerando no solo el cuerpo, sino también la mente y el bienestar en general.

Por Raul J. Gomzalez

Entradas similares