Se tarda una buena hora en coche hasta Pound Ridge, a unos 80 kilómetros al norte de Manhattan, parte del cual atraviesa Connecticut antes de regresar al estado de Nueva York y a la región boscosa de Westchester, con sus ricas residencias patricias. La casa de Steve Reich no es como ellas, con sus refinadas formas geométricas, su elegante austeridad y sus grandes ventanales cuya vista está fijada en los resplandecientes arces japoneses de este comienzo de otoño. Son éternelle casquette de baseball sur la tête, ses lunettes rondes sur le nez, la grande silhouette mince du compositeur en chemise noire se tient sur le pas de la porte, semblable à l’immuable portrait de lui qui court depuis des décennies, les années y más. Hace frío.
En el amplio salón de tonos claros, entre piedra y madera, una gran chimenea central, apagada a pesar de este luminoso pero picante domingo 12 de noviembre de 2023. A sus 87 años, Steve Reich fue elegido cabeza de cartel del festival Présences, una cita anual dedicada a la creación musical, cuya 34ª ediciónmi La edición tiene lugar en la Maison de la radio et de la musique, en París, del 6 al 11 de febrero.
Un homenaje al colmo de la fascinación ejercida por aquel a quien el New York Times ser designado como “uno de los compositores más importantes del siglo XX.mi siglo “. Ya sea en la música contemporánea (John Adams, Michael Nyman, Nico Muhly), en el campo del pop –de Brian Eno a David Bowie– sin olvidar el rock (Radiohead), el electro y el techno (DJ Spooky), la influencia del Reich es significativa. . Se extiende también a la danza contemporánea: a partir de obras emblemáticas de Reich, la coreógrafa Anne Teresa De Keersmaeker ha realizado espectáculos emblemáticos como Fase (mil novecientos ochenta y dos), Batería (1998), Lluvia (2001), Contrafrases (2003, basado en Patrones de baile), el homenaje Noche de Steve Reich (2007). E incluso las artes plásticas. Con su esposa, la videoartista Beryl Korot, el compositor producirá “videoóperas documentales” (La bodega Y tres cuentos), mientras que de su colaboración con el pintor alemán Gerhard Richter nacerá en 2019 la pieza Reich/Richter (2019).
Habiendo sido uno de los pilares del Festival de Otoño, el neoyorquino ama París, lo que lo refleja bien. De ahí esta retrospectiva de su obra que recorre medio siglo de creación: capturando piezas, compuestas entre 1965 y 2023.
Al principio de todo, Va a llover (1965), por el que conservó un afecto particular. “Es una pieza de la que estoy muy orgulloso.asegura. Fue escrito dos años después de la crisis de los misiles cubanos y de darnos cuenta de que todos podríamos esfumarnos. » El músico utiliza por primera vez la técnica del Phase Shifting (desplazamiento progresivo de motivos musicales interpretados en bucle), descubierta gracias a un fallo de sincronización de las grabadoras mientras grababa el discurso de un predicador negro en San Francisco. Un proceso también utilizado en Salir (1966), que luego aplicó a instrumentos acústicos: saxofón, piano y violín. “Esto duró hasta 1971.él especifica. Posteriormente, lo terminé como tal, aunque el uso del cambio de fase y sus variantes continuaron marcando mis obras. »
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